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Las Tunas.- "Los bancos de leche humana son una bendición para los niños que necesitan ese producto certificado y de calidad en el momento más crítico de su vida". Así lo afirmó el doctor Pablo Roque Peña, coordinador nacional del Programa de Lactancia Materna y Banco de Leche en reciente visita a la provincia.

Los 10 centros de este tipo en el país protegen a los recién nacidos enfermos de gravedad que no pueden recibir el producto de sus progenitoras. Al mismo tiempo, el personal de Salud dedica más del 75 por ciento de su quehacer a estimular el desarrollo de la lactancia materna, tan beneficiosa para la madre y el bebé.
De acuerdo con la última encuesta realizada en Cuba, solo un 33 por ciento de los niños mantienen lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses. "En ese aspecto experimentamos una reducción, pues en años anteriores era casi de un 50 por ciento, significa que uno de cada dos niños recibía esta leche como único alimento", explica Roque.
"Esta vital práctica desde la primera hora de vida descendió de un 70 por ciento a un 48. Llamamos la atención respecto a la iniciación temprana, porque todo lo que empieza bien tendrá mayores posibilidades de éxito. En este proceso resulta vital el apoyo del padre y otros familiares".
La alimentación en los bebés ha cambiado con el decurso de los años, y muchas familias insisten en retomar antiguas fórmulas. "Décadas atrás la leche materna era sustituible por otros productos. Luego en los años 90 comienza a extenderse la lactancia materna exclusiva hasta los 4 meses y 10 años después, hasta los 6 meses.
"Sabemos que han variado las prácticas alimentarias y resulta muy difícil modificar conceptos y estilos de vida. Aún así, la familia desea lo mejor para sus hijos y podemos asegurar que amamantar exclusivamente hasta los 6 meses y complementada hasta los 2 años es la mejor elección".
Roque Peña recomienda a quienes laboran en los bancos de leche actualizar los conocimientos sobre el tema, teniendo en cuenta las situaciones propias de cada localidad. Asimismo, instó a unir voluntades desde la propia comunidad para evitar el abandono de la lactancia materna. (Escrito por Misleydis González Ávila)