Vigilancia Epidemiológica, tarea de todos.

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vigilancia epidemiológicaEn los ocho municipios de la provincia de Las Tunas se intensifica la vigilancia epidemiológica con el fin de reducir la alta infestación por el mosquito Aedes Aegypty por parte de las entidades estatales, pero esta labor es tarea de todos. 

La vigilancia intensiva acontece en las cuatro áreas del municipio cabecera, en la del policlínico Romárico Oro, de Puerto Padre, y en cinco comunidades de Majibacoa.

De ellas, presentan una situación epidemiológica más compleja las áreas de los policlínicos Piti Fajardo y Gustavo Aldereguía. Para enfrentar esta situación epidemiológica,  el sistema de salud en Las Tunas  implementa un grupo de medidas que impidan la proliferación del vector. Entre ellas se encuentran la vigilancia epidemiológica, que se refiere a la pesquisa activa de todos los casos febriles por parte de los equipos básicos de salud, para el ingreso oportuno de los enfermos. También se efectúa el bloqueo de casos donde se visita el terreno y se procede a aplicar medidas de tratamiento focal en casas aledañas, con el fin de eliminar los riesgos ambientales.

Operarios de vectores continúan con el tratamiento focal técnico especializado durante el cual garantizan la visita al cien por ciento de los locales para eliminar criaderos, focos y abatizar los depósitos de agua. Otra de las acciones que se acometen es el saneamiento de las manzanas de mayor riesgo ento epidemiológico con la intervención de los grupos comunitarios, lo cual es indispensable para ganar esta batalla.

Por parte del pueblo unos se preocupan porque sus viviendas estén libres de este vector y apoyan toda labor efectuada por el sistema de salud, con el fin de erradicar el mosquito responsable de enfermedades como el dengue, el Sika y el Chikungunya.

¿Pero estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para evitar todo posible criadero en aras de mejorar nuestra situación epidemiológica?

Es común encontrar ven cualquier esquina un micro vertedero. Incluso en lugares tan sensibles como en las cercanías de centros educacionales en los cuales se presta servicio a nuestros niños. También prevalece la maleza en las zonas aledañas a viviendas y centros laborales o una gran acumulación de desechos sólidos en lugares inadecuados, propiciando un lugar para su hábitat. Es tiempo de tomar cartas en este asunto, en el que pobladores y entidades, laboren de manera unánime y consciente, para erradicar la proliferación del tan mencionado mosquito. Preocupémonos y ocupemos todos los lugares que nos corresponde en esta batalla. Solo así, podremos tener los índices de salud a que aspiramos en nuestra sociedad y estabilizar de manera más rápida la situación epidemiológica.

(Tomado de http://www.periodico26.cu y http://www.visiontunera.icrt.cu)