Cada 27 de enero, desde el lejano 1953, la noche se llena de luz, con las antorchas que desafían a la oscuridad y a la muerte para hacer más vivo a quien desapareció físicamente en mayo de 1895; pero, quedó eterno en los sentimientos, las ideas, el ejemplo y la gratitud.
La luminosidad por su estatura de guía y antiimperialista estará en las redes sociales, en las que cobrarán vida sus frases llenas de simbolismo, los mensajes a las jóvenes generaciones, el ardor de su verbo contra el anexionismo y también el amor a la pareja, a los amigos y a la Patria. Cuba estuvo siempre en su mente y hacia la tierra amada se dirigían sus sentimientos y sus acciones, aunque su cuerpo estuviera en el frío de Nueva York, o entre los tabaqueros de Tampa, o en la tristeza del destierro en España, o privado de libertad en la Isla de Pinos.
Luz del Maestro en Las Tunas. José Julián Martí Pérez fue un hombre de todos los tiempos, de ideas inagotables y duraderas. Y aunque se le atribuyen muchas palabras que nunca dijo, dejó para la posteridad excelentes frases que sintetizan la ética, la vergüenza, el modo de hacer y muchos otros valores. Su cuerpo dejó de latir con apenas 42 años y muchos calendarios por vivir. Sin embargo, se quedó para siempre en el corazón de los cubanos y de miles de personas en todo el mundo, pues no en vano en casi todas las capitales existen parques o plazas dedicadas al Héroe Nacional de Cuba.
¿Qué habría sido Martí si viviera en nuestros tiempos? Muchas personas se hacen esa interrogante y las respuestas pueden ser tan variadas como originales. Tal vez médico, con ese humanismo que se desbordaba de su sensibilidad, o maestro, para seguir educando a los niños, o hasta delegado del Poder Popular, para unir al pueblo y guiarlo en la solución de sus problemas. Otra vez es enero y la Patria honra al más grande de todos los cubanos. Honor y admiración para quien, desde lo alto nos seguirá guiando.
La luz del Maestro nos ilumina hoy, por la obra de su vida, por su ejemplo y sus enseñanzas, su prédica, su modo de decir y de hacer que, como sagrado legado, forman parte de nuestra doctrina revolucionaria con una extraordinaria fuerza de presencia.
Con la colaboración de: Johanna Nápoles Díaz, estudiante de Comunicación Social de la Universidad de Las Tunas.
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.