Las Tunas.- Las funciones de los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular en Las Tunas, se adaptan a las nuevas condiciones de un escenario económico, político y sanitario muy complejo.

Dar curso a la solución de planteamientos de sus electores no es hoy la única ocupación de estos representantes del pueblo.

«Aquí, en el barrio ratificamos el valor de la unidad para facilitar y avanzar en la solución de problemas. También fortalecemos el sistema de trabajo, para desde lo cotidiano, atender y dar satisfacción a los electores. La participación popular es clave», así lo expone Yaumara Hernández, líder comunitaria.

Hoy no es extraño ver a los delegados del Poder Popular fiscalizando la labor de las entidades económicas de su circunscripción, preocupados por el enfermo, o dialogando con los jóvenes sobre la importancia de mantenerse en casa.

«Sin exceso de confianza, ni pánico, tenemos que ser disciplinados,  realistas; este virus es muy contagioso, si no se aplican medidas higiénico-sanitarias estrictas puede ocasionar muertes», recalca la cederista veterana Osiris Vidal, «en cambio, la observancia estricta de esas medidas nos pone a salvo».

A pesar de la escasez de estos tiempos, el delegado de cada circunscripción tunera ha tenido que pujar por cada solución (unas veces más, otras menos), pero también este tiempo le ha servido para fortalecer los grupos de trabajo comunitario.

Para Manuel Jiménez, delegado, «los planteamientos de la población no resultan una cuestión estadística, sino que encierran un problema de nuestra gente, una insatisfacción en el barrio, por lo que no podemos estar tranquilos hasta darle la respuesta oportuna a cada caso».

En tiempos de Covid-19, el trabajo de los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular; se consolida como base del sistema político de este país. De ahí la importancia de acompañar y respaldar su labor, y su vínculo permanente con la población.