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Con el fin de evitar las interrupciones del servicio eléctrico en el sector residencial y eludir las molestias que generan a la población, la Unión Eléctrica hace un llamado de atención al sector poblacional acerca de la importancia que reviste no solo para el país, sino para el bienestar de cada ciudadano; el hacer un uso racional de la energía, sobre todo en el llamado horario pico eléctrico que comprende desde las 5:00 pm a las 9:00 de la noche.

En este horario, fundamentalmente en el período de invierno y a raíz del cambio de horario acontecido desde el pasado 4 de noviembre, se incrementa aceleradamente el uso de la energía en los hogares. En cada vivienda, algo tan sencillo como dejar de usar una lámpara de 20 watt, permite generar electricidad durante un mes a mil 555 viviendas.

Cada ciudadano ha de ser consciente de las consecuencias que lleva consigo el incremento del consumo de esa energía, sobre todo en los horarios de máxima demanda en Cuba; dal ahorrar se evitan las afectaciones en el servicio eléctrico; como única variante para disminuir y poder cumplir con el índice de consumo designado para nuestra provincia.

Según estadísticas, nacionalmente la cifra de clientes residenciales sobrepasa los tres millones 900 mil, que, si apagan un bombillo de 20 w en el horario pico nocturno diariamente, representa una disminución de 28 mil 565 MW/h de consumo de electricidad al año. Eso implicaría nueve mil 597 toneladas de combustible utilizado para generar, entre ellos el diésel que, considerando el precio ponderado de todos los combustibles utilizados en la generación de 600 dólares la tonelada, serían aproximadamente cinco mil 700 millones dejados de gastar en un año.

Por tal razón, es imprescindible la aplicación de medidas que contribuyan a hacer un uso racional de la energía; pero que no queden en mensajes banales; sino que deriven en ahorros inmediatos para el país, su provincia y de una vez a la disminución de los ingresos de su hogar. En otras palabras, ahorrar no es dejar de consumir, sino consumir con racionalidad, eficiencia y eficacia. Solo podremos lograrlo, cuando comencemos a ser conscientes de lo que nos cuesta y de cuánto podemos hacer para demostrar que nuestro aporte cuenta.