Las Tunas.- Unos 150 infantes protagonizaron la gala La voz de El Cucalambé en la noche de este primero de julio, en la Plaza Cultural de la ciudad cabecera, al cierre de la edición 52 de la Jornada Cucalambeana, que rindió tributo al 190 cumpleaños de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, el mayor poeta bucólico del siglo XIX cubano.
Tonadas, controversias, bailes típicos y otras iniciativas inherentes al folclor campesino acompañaron la velada, que contó, además, con la participación del grupo Cuerdas de Artemisa, integrado por estudiantes laudistas y terceros de la escuela profesional de arte Eduardo Abela, de esa provincia, y Armonía, un grupo de aficionados a la música tradicional, de Cienfuegos.
El tunero Kelvin Adrián Escalona Vázquez, miembro del elenco, significó a 26 Digital el orgullo de defender la identidad de esta Isla. "Cuando bailo la música tradicional campesina me siento feliz y más cubano", expresó. Mientras para su colega de escenario Keyler Manuel Silva Fernández, del municipio de Majibacoa, representa un honor cantar temas del cancionero guajiro.
La provincia de Las Tunas posee una valiosa cantera de cultores de la décima (estrofa nacional) y el punto cubano (Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), enriquecida con la existencia de ocho talleres infantiles de repentismo, diseminados por los diferentes municipios. En esta ocasión algunos de sus integrantes se sumaron al homenaje al Cantor de Rufina.
En el contexto se agasajó a Emiliano Sardiñas (El poeta de la mochila) por sus 30 años de vida artística y este agradeció con versos el detalle: "... estas pruebas de cariño/ y el amor de cada niño/ es lo mejor de la vida", sentenció al final de una espinela.
La gala, organizada por Anais Ray, conmovió a los presentes por la calidad desbordada en las actuaciones y demostró que todavía persiste en el pueblo el gusto por el arte apegado a las raíces de nuestra cubanía. Algunos bailaban, otros aplaudían y hubo quien se hizo selfies o compartía por WhatsApp con algún familiar lejano tan bella experiencia.
Entre quienes alegraron el espacio citadino estuvieron los grupos de danza Orígenes, Raíces y Constelación; mientras el conjunto Son del Cucalambé destacó en el acompañamiento musical a los solistas y demás intérpretes.
Termina así un evento que a través de canturías, exposiciones variadas, concursos, juegos tradicionales y otras acciones, ha aunado por más de media centuria en territorio tunero a poetas, investigadores y portadores culturales de varias provincias y naciones. (Escrito por Yelaine Martínez Herrera)
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